viernes, 22 de mayo de 2015

Crónica desde Corea por Lucia Rodríguez (Parte 4)

El Foro Mundial sobre educación celebrado en Incheon, Corea del sur del 19 al 21 de mayo ha finalizado. Aquí les compartimos las conclusiones de Fe y Alegría.

El Foro Mundial sobre educación celebrado en Incheon, Corea del sur del 19 al 21 de mayo ha finalizado con la aprobación de una declaración fruto del consenso entre representantes de gobiernos, organizaciones internacionales y la sociedad civil de todo el mundo. Y esto es una buena noticia porque no siempre es fácil llegar a estos acuerdos. La declaración establece una visión ambiciosa de la Educación para todas las personas que se quiere alcanzar en los próximos 15 años.

Para llegar hasta aquí, han hecho falta algunos avances significativos y bastantes fracasos, y en los últimos tiempos fue necesario recorrer un camino de más de dos años de diálogos y negociaciones. La Federación Internacional Fe y Alegría ha participado en este proceso a través de la Consulta Colectiva de ONG de la UNESCO. Del resultado final del trabajo de esta semana en Corea es necesario destacar el énfasis que se ha dado a la educación como DERECHO HUMANO y como BIEN PÚBLICO y cómo su ejercicio posibilita el ejercicio del resto de derechos y obligaciones. La educación es la piedra angular del desarrollo sostenible.

De gran importancia es la visión compartida: TRANSFORMAR VIDAS a través de la educación. Concretamente se pretende “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos”

Incluye compromisos importantes, algunos sin precedentes en este tipo de declaraciones, en educación gratuita; la importancia de apostar por docentes motivados, bien formados y remunerados; la centralidad de la equidad e inclusión; la calidad de la educación; el reconocimiento de la participación de la sociedad civil en los procesos; y los compromisos de financiación. La declaración completa pronto estará disponible, pero los elementos claves que incluye y que valoramos más positivamente son:

• 12 años de educación primaria y secundaria de calidad financiada públicamente, de los cuales son obligatorios por lo menos nueve años.

• Al menos un año de educación preescolar gratuita y obligatoria de calidad y garantizar que todos los niños tengan acceso a educación, cuidado y desarrollo infantil temprano de calidad.

• Compromiso de abordar todas las formas de exclusión y marginación, las disparidades y desigualdades en el acceso, la participación y los resultados del aprendizaje.

• Reconocimiento de la importancia de la igualdad de género.

• Compromiso con la educación a lo largo de toda la vida y con la calidad de la educación y la mejora de los resultados del aprendizaje.

• Asegurar que docentes y educadores reciban la formación adecuada, estén motivados y bien remunerados.

• Recomendaciones para asegurar la educación en países en conflicto, crisis humanitaria.

• Afirmación de que la responsabilidad fundamental de garantizar la educación es del estado.

• Destinar a la educación del 4%-6% de PIB y por lo menos 15%-20% del presupuesto nacional a educación.

Sin embargo, los retos y el riego de fracasar son un hecho. Para que esto no suceda es necesario el compromiso de todos: gobiernos, agencias multilaterales, sindicatos, ongs, sector privado, organizaciones de jóvenes, etc… Queda un camino largo aun para que esta declaración de buenas intenciones, deje de ser únicamente eso para concretarse en políticas nacionales y de cooperación internacional. Ahora es necesario desarrollar un marco de acción que defina metas e indicadores y concretar la declaración política en el compromiso financiero de los países a nivel nacional y de la cooperación internacional.

La comunidad internacional se reunirá en Addis Abeba para la Cumbre sobre financiación del desarrollo en julio y la Cumbre de desarrollo sostenible de la ONU se celebrará en septiembre. Tras esos pasos, será finalmente en la Conferencia General de la UNESCO en noviembre 2015 donde los gobiernos adoptarán el Marco de Acción 2030. ¿Qué pasará en estos meses? ¿Conseguiremos que no se retroceda?

Para hacer realidad esta agenda política es necesario que en los próximos años haya una mayor inversión en educación y que se movilicen los recursos nacionales e internacionales necesarios. La UNESCO calcula que se necesitan 22.000 millones dólares al año para lograr la educación para todos que queremos. ¿Se comprometerán de verdad los gobiernos?

Por parte de Fe y Alegría haremos todo lo que esté dentro de nuestras posibilidades para contribuir a hacer realidad el derecho a una educación de calidad para todas las personas a lo largo de la vida, a través de su trabajo diario en las comunidades, en el diálogo con los responsables políticos, en el diseño de propuestas y todo ello, de la mano del resto de la comunidad educativa. Queda mucho por hacer, pero podemos lograrlo si actuamos juntos.

Por Lucia Rodríguez, Coordinadora ejecutiva del Programa de Acción Pública de la Federación de Fe y Alegría.

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