Una nueva declaración que abre otra etapa de la Educación para Todos. Los comentarios en paréntesis son míos.
La declaración debe ser formalizada en el seno de las Naciones Unidas y hay aun dos reuniones mundiales que pueden incidir en algunos aspectos relativos fundamentalmente a las fuentes y condiciones de financiamiento (uno de los principales temas en debate).
Pero el nuevo marco es un instrumento importante. Las principales batallas han sido favorables a las propuestas de la sociedad civil, gracias a los esfuerzos continuados de las campañas mundiales y regionales de educación que han reclamado la educación como derecho humano, con inclusión, calidad, equidad, respetuosa de la diversidad y a lo largo de toda la vida.
La declaración indica además aspectos tales como:
- Alcanzar al menos nueve años de escolaridad gratuita.
- La inversión de al menos 4-6% del PIB (según sea la inversión actual de cada país), y/o el 15-20% de los presupuestos.
- Avanzar hacia la equidad en todos los sentidos.
- Mantener la responsabilidad primaria de los Estados de proveer y financiar la educación, sin que esto implique cerrar las posibilidades de otros financiamientos (algunos grupos y gobiernos abogan por la filantropía y los apadrinamientos de empresas privadas).
- Se recuerda a los países desarrollados (ricos) su compromiso de alcanzar la meta (nunca lograda) del 0.7% del producto nacional bruto, destinado a la cooperación.
- Hay menciones especificas hacia la equidad de género, la educación inclusiva y la diversidad lingüística y cultural (no se ha podido cerrar un debate que seguirá sobre incluir o no las diversidades raciales y religiosas. Comprenderán que hay países que han expresado sus reservas hacia ese tipo de compromisos).
- Se han reducido y casi eliminado las alusiones que en eventos previos se hicieron, y que se esperaban como debates importantes aquí, a la equiparación de la calidad de la educación con los estándares conocidos y los rankings. No se pide que se anulen, como tampoco se estimula que se realicen.
- Se valora la educación no formal y en particular la de jóvenes y adultos; y se recomienda la acreditación de los diversos conocimientos.
- Se plantea la importancia de monitoreos de los avances a nivel mundial y regional (algo que fallo claramente después de Dakar 2000).
- Se reafirma el papel de la UNESCO como asesor y apoyo mundial para los gobiernos (aquí se define, por ahora, una batalla en donde se ha pretendido darle menos importancia y más a los organismos financieros o a grupos de financiamiento que tienen enfoques diferentes del que adopta esta declaración. La UNESCO tiene grandes debilidades pero sigue siendo el organismo más adecuado para esto).
Hay muchos más aspectos. Coloco aquí solo los que han llamado la atención por las tensiones existentes antes de este foro mundial.
Cabe decir que los países, finalmente en la práctica, decidirán cuan responsables son ante este marco mundial. Siempre se pueden evadir compromisos. Así llegamos a Incheon, Corea; con las deudas de Jomtiem y Dakar.
Llamo la atención en la sesión final que el gobierno de Irán se reservó de reconocer varias partes de la declaración. No han especificados cuales, pero creo que no es difícil adivinar. Por su parte, Estados Unidos recordó que no están obligados a cumplir pactos de DDHH que no han ratificado... Dos joyas para cerrar el foro!
Para la sociedad civil es una nueva agenda de exigibilidad. Esto ni es todo ni es lo más importante. Es solo un escenario de lucha por una educación capaz de transformar el mundo.
Lo más importante sigue sucediendo o no, en las aulas, en los grupos de barrio, en las comunidades, desde los círculos de alfabetización hasta las universidades. No hay que descuidar esas batallas!
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